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El aposento de la Cuetlaxochitl, la Doncella Dormida

Eran las cuatro de la tarde del 22 de abril del 2012, el sol estaba en plenitud y así iniciamos el camino en busca de la Doncella Dormida, partimos de la ciudad de Ixcateopan de Cuauhtemoc del Estado de Guerrero, con rumbo a un paraje denominado el Zacatal en plena Sierra de Taxco, bajo un bosque de selva baja caducifolia y sobre un camino centenario lleno de historias individuales de los pobladores de la región, vereda pedregoso de rocas sedimentarias que en partes se encuentra adosada de piedras de blanco mármol muy bien acomodadas, que indican que rumbo tomar, rodeada de vegetación secundaria casi seca por la temporada de estiaje, solo algunos árboles presentan su verdor como el Cedro (Juniperus fláccida Schltdl), con su follaje perenne y de madera suave que sirve para fabricar los típicos muebles de Ixcateopan y los grades árboles como el Tepehuaje (Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth) que, lucía su esplendoroso follaje de un verde suave que contrastaba con el ocre de la tierra y de otros árboles en diferentes gamas del naranja al verde.

El camino era cuesta arriba y en cada paso se develaban nuevas antepuertas del conocimiento y no solo en el aspecto natural sino, también en el aspecto cultural de las personas que habitan la región. Camino utilizado en un pasado reciente para llevar el agua, medicamentos, alimentos y todo lo necesarios para sobrevivir en la Sierra, solo se regresaba a Ixcateopan en forma pausada y solemne cuando alguien moría para ser enterrados en el panteón de la localidad, testigos mudos de estos hechos son dos cruces enclavadas a la vera del camino donde los dolientes hacían una pausa para descansar y elevar sus oraciones por el difunto y retomar fuerzas para proseguir la vía del eterno descanso, sorprendente fue ver que las cruces envejecidas por el tiempo y la naturaleza estaban adornadas con pascuas de color escarlata, propiciado por el intenso sol de la montaña colocadas muy probablemente por un romántico de sus recuerdos, las tradiciones y de la ancestral Cuetlaxochitl.

Tradición oral de la historia cotidiana de un México desconocido, que solo es rebelado por las personas que han vivido estos hechos que lo trasmiten de una forma agradable y sencilla develan los doseles que ocultan la verdadera historia habitual de una sociedad rural.

Las sorpresas seguían en el camino en busca de la Doncella Dormida, cuando encontramos un árbol que albergaba entre sus ramas a un magnifico ejemplar de cactácea epifita, la Reina de la Noche (Epiphyllum sp.), probablemente se trate de E. Oxypetalum, flor blanca que solo se puede ver en la noche para disfrute del Venado Cola Blanca, (Odocoileus virginianus acapulcensis (Caton) 1877) o del sigiloso Gato Montes (Lynx rufus baileyi) y sin duda, quien tiene la dicha de disfrutar en una forma prodiga es su polinizador, probablemente un incansable insecto nocturno o en su caso un sigiloso murciélago, solo nos queda la tarea de investigar quien ese misterioso visitante que se deleita de sus néctares todas las noches; sin tener elementos para dejar hablar de las flores proseguimos nuestro camino solo para encontrarnos con una flor llamada rosa por los residentes del lugar y que en otras comunidades la denominan Flor de Mayo y en lengua Nahuatl, Cacaloxochitl, (Plumeria rubra L.), es importante señalar que la Plumeria originaria de México se describe con flores blancas y esta planta eran de color de rosa encendido, será necesario investigar si es una planta introducida o en su caso también es una planta nativa.

Después de más de dos horas de caminar cuesta arriba y haber pasado por un bosquecillo de Encinos (Quercus sp.), además de tomar fotografías, se llegó al lugar donde debería estar la Doncella Dormida, una pequeña planicie en la montaña donde dos hermanos se mataron por la posesión de esas tierras que ahora se ciñen en el abandono.

Fue el Maestro Hipólito Delgado que dijo ¡aquí esta la Cuetlaxochitl¡, precisamente a nuestras espaldas estaba la Doncella Dormida, discreta y soñolienta se encontraba con la mayoría sus brácteas secas y sin semillas, estaba sola, solo una planta y dejaba ver en las alturas sus ramas retorcidas como queriendo cubrir el mayor espacio posible.

Caminamos un poco más sin encontrar absolutamente nada, nuestra guía, excelente persona de andar ligero y plática amena nos comentó que hacía muchos años que no frecuentaba el lugar y que de ahí colectaba las flores para el 23 de febrero, nacimiento Huey Tlatoani Cuauhtemoc para ofrendarla en el altar la iglesia de la Asunción donde se encuentran sus restos mortales y nos comenta que en ese tiempo eran abundante las matas de “Flor de Pascua” en el lugar.

Mientras recorrían el lugar encontraron un Guayabo (Psidium guajava) y un Nopal (Opuntia sp.) con muchas flores de naranja encendido y fueron a verlos y tomar fotografías; mientras tanto me regrese al lugar donde se encontró a la flor de Pascua y empecé a subir un poco más por el escarpado terreno y cual fue mi sorpresa de ver varios matorrales con algunas flores aún, llamé a los demás para que vieran que la Cuetlaxochitl no nos había defraudado.

Es necesario recalcar que aunque se localizó el lugar de residencia de la Doncella Dormida, es necesario hacer énfasis que la población de la “Euphorbia pulcherrima Willd. ex Klotzsch”, es escasa, solo un machón en un centenar de metros de abrupto terreno que la hacen muy vulnerable y es imprescindible conservar el lugar como se encuentra, independiente de realizar estudios de la zona como tratar de reproducirla por medio de técnicas de cultivo en vitro ya que en ese momento no se localizó ninguna semilla, las flores y las brácteas estaban secas sin percibir la formación de frutos

El regreso fue placentero, bajo un cielo que amenazaba con lluvia, los truenos se escuchaban a lo lejos, cayendo una ligera lluvia poco después, gotas de agua que probablemente se evaporaban casi al llegar al suelo, dejando un halo de frescura en el ambiente y dando paso al ocaso del sol, el cual derramaba gotitas de miel sobre los arbustos en un espectáculo que solo nos puede proporcionar la naturaleza.

Había anochecido cuando partimos de regreso a la ciudad de Taxco no, sin antes agradecer las atenciones de la familia Delgado Arroyo, que tan atentamente tuvieron la disposición de mostrarnos el aposento de la Doncella Dormida, la ancestral Cuetlaxochitl, (Euphorbia pulcherrima Willd. ex Klotzsch)

Cuauhtemoc Alejandro de la Peña García
Presidente
Sociedad Mexicana de la Cuetlaxochitl – Flor de Nochebuena A. C.

Investigación patrocinada por:

POSADA DE LA MISION

Taxco de Alarcón, Guerrero

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