No recojas la basura, enseña a no tirarla
Hace unos días tuve la oportunidad de ver un video de la naturaleza transgredida por la basura humana,donde una desamparada tortuga marina sufría lo inaudito para depositar sus huevos en una playa totalmente contaminada, fue terrible observar hasta que punto ha llegado el deterioro ambiental y sin duda fue desagradable ver las condiciones en que se desarrolló este sublime episodio de la naturaleza. Si este suceso nos causó desesperanza fue más dramático ver cuando las pequeñas tortugas recién nacidas luchaban desoladamente para lograr su encuentro con el mar en una playa inmersa en la basura. (https://www.youtube.com/watch?v=UUn9g7y4BVc)
¿Cuántos seres indefensos lograrían salvar su vida……..? Nunca lo sabremos
Al observar este video reflexioné tristemente, ¿Qué es lo que estamos haciendo a nuestro planeta y qué acciones estamos tomando para revertir estas condiciones? y realmente creo que las acciones son aisladas, poco coordinadas y tardías.
Por este motivo hemos llegado al limite para salvar a muchas especies, entre las más significativas tenemos a la Vaquita Marina o Marsopa mexicana (Phocoena sinus), con menos de 30 ejemplares, lo que significa que es un ejemplar extinto biológicamente, de la misma forma que el Lobo Gris mexicano (Canis lupusbaileyi), con unos cuantos ejemplares en cautiverio, esperemos que estas especies no tengan misma suerte que corrieron el Pájaro Carpintero Imperial mexicano (Campephilus imperialisGould) desaparecido desde 1956 debido a la cacería y a la tala inmoderada de su hábitat y la del Oso Grizzly mexicano (Ursus arctos nelsoniM.) muerto el ultimo ejemplar en Chihuahua el año de 1899 por H. A. Cluff., bajo este panorama se encuentran varios ejemplares icónicos de la historia de México, como el Jaguar (Panthera oncaL.), considerado dentro de la cosmovisión Mesoamericana la unión del cielo y la tierra,el habitante del inframundo, el señor de la noche. Dentro de este contexto tenemos al Águila Real mexicana (Aquila chrysaetos canadensisL.), representando al sol, presente en el Escudo Nacional, así como la serpiente símbolo de la tierra, la fertilidad, la encarnación terrestre del sol, especies de gran simbolismo nacional pero que son masacradas indiscriminadamente.
El panorama que se observa es desbastador para nuestro país y el mundo, nos hemos dedicado a destruir los bosques, a depredar los desiertos, arrasar con las selvas a cultivar extensivamente semillas transgénicas como soya, palmas aceiteras, pastos para la ganadería, acciones que rompen inexorablemente con la diversidad biológica, claro que estas prácticas se llevan a cabo en su mayoría en los países emergentes llenos de recursos, necesidades y corrupción.
Retornando al tema de la basura no es nada halagüeño las expectativas. Se han realizado investigaciones por diversos organismos ambientalistas e informan que existen en el mar cinco islas de contaminantes plásticos, precisamente en las zonas de convergencia de las corrientes marinas denominadas giros subtropicales, islas plásticas flotantesde gran magnitud como la que se localiza en el Pacífico Sur a la altura de las Costas de Chile y Perú, con una extensión de dos millones de kilómetros cuadrados comparable con el tamaño de la República Mexicana.
Sin embargo el consumo de plástico aumenta cada día. En el 2015 se produjo mundialmente la cantidad de 8,300 toneladas de las cuales se generaron 6,300 toneladas de residuos plásticos, teniendo como último fin el 9% de reciclamiento, el 12% incineración y el 79% se encuentra en vertederos o en el entorno natural.
Que hacer ante este gran problema cuando nuestros ojos son cegados al entendimiento ante el deterioro ambiental, seguimos consumiendo inexorablemente lo que nos afecta sin pensar realmente las consecuencias.
Podemos atribuirlo a los grandes empresarios que solo les interesa ganar dinero ignorando su responsabilidad con los productos que fabrican, a las políticas gubernamentales sin rumbo ambiental, corrupción y sin compromiso y en lo individual al consumismo, comodidad, al desdeño a la naturaleza, la indiferencia y la ignorancia.
Es un problema con una inmensidad de aristas que solo se resolverán con un esfuerzo conjunto de todas las partes de la sociedad y un compromiso personal y educación ambiental, sin duda solo así salvaremos nuestro hogar, La Casa Azul.